La contraseña, palabra clave, o password se han convertido en un elemento cotidiano de nuestras vidas. Las utilizamos en cajeros automáticos, conexiones a Internet, correo electrónico, redes sociales, etc. En la actualidad, la protección mediante contraseñas, es el principal mecanismo de seguridad en el control de acceso a servicios, y por eso, os vamos a dar unos consejos a la hora de elegir una buena contraseña.

Hay mucha gente extremadamente cautelosa a la hora de escoger sus contraseñas, y son capaces de dedicarle el tiempo suficiente para generar contraseñas periódicamente siguiendo criterios de azar y tomándose un gran trabajo para memorizar toda esa información.

A nivel de usuario, nosotros pensamos que no es necesario ir tan lejos, pero sí es importante tener en cuenta algunos consejos si queremos mejorar nuestra protección en la red. Así que aquí os dejamos 10 sencillas recomendaciones para establecer contraseñas seguras:

1.- Evitar palabras que puedan relacionarse rápidamente con la contraseña. Hay que evitar el uso de palabras como 'password', el mismo nombre del sitio al que se accede con esa clave o repetir el mismo nombre de usuario.

2.- No es aconsejable seguir un patrón del teclado. Palabras como 'qwerty', 'asdfgh' o '123456', por ejemplo, y mucho menos palabras relacionadas con información de tipo personal que pudiera ser deducida por alguien que nos conozca.

3.- La contraseña debe ser única. Debería de ser lo suficientemente compleja para que resulte improbable que otra persona haya elegido la misma. Suele ser una buena idea que sea una clave compuesta de números y letras, o incluso agregarle otros caracteres como símbolos o signos de puntuación.

4.- No se debe utilizar siempre la misma contraseña. Si una contraseña esta comprometida, las demás también lo estarán. Tener un única contraseña para todos los sitios a los que se accede en la web no es recomendable. Algunas técnicas para poder recordar numerosas contraseñas, es conservar la raíz y alterar alguna sección según el sitio al que se intente acceder.

5.- No compartir la contraseña con nadie. Ni siquiera familiares o amigos. En casos extremos, asegúrese de que quien conoce su contraseña es una persona de su total confianza, como lo puede ser su pareja o sus padres. Cuantas más personas conozcan su contraseña, más posibilidades hay de comprometerla.

6.- No deje escrita la contraseña dentro del ordenador. Cuanto más utilizamos distintas contraseñas, más trabajo nos cuesta recordarlas. Cuando necesite dejarlas por escrito para recordarlas, nunca las deje guardadas dentro de su ordenador. Si su ordenador está compartido o se produce alguna avería y ha de llevarlo al servicio técnico, su contraseña puede quedar comprometida.

7.- Nunca envíe su contraseña por e-mail. En la mayoría de los casos, los e-mails se almacenan en los servidores en texto plano, por lo que es fácil obtenerlas, así como cualquier otra información enviada por correo electrónico, si se tiene acceso a esos servidores. Y si se sospecha que alguien podría llegar a haber descubierto su contraseña, cámbiela de forma inmediata.

8.- Algunos programas ofrecen la posibilidad de recordar las contraseñas. Su navegador, por ejemplo, puede almacenar su contraseña para que no tenga que repetirla cada vez que accede a un sitio web. Sea cuidadoso con esta función cuando escriba su contraseña en una máquina compartida.

9.- Sea cuidadoso al compartir información en línea. Servicios como Redes Sociales u otros recursos en Internet, pueden tomar información por medios indirectos solicitando contraseñas. Tómese unos minutos para evaluar las normas de seguridad del sitio que le solicita esa información.

10.- Elegir una buena pregunta de seguridad cuando le sea posible. Algunos sitios le permiten redactar una pregunta personalizada. En cualquier caso, debería asegurarse de que la pregunta sea lo suficientemente astuta como para que alguien que nos conociera muy bien nunca pudiese descubrirla. Preguntas como '¿En que año nació mi madre?' o '¿Cuál es el nombre de mi mascota?' no son buenas ideas.

En resumen: recuerde que las contraseñas son muy importantes ya que con ellas nos identificamos y asumimos una responsabilidad. Complique un poco sus contraseñas para evitar ser descubiertas y desconfíe de quien se las reclame para cualquier tipo de actuación. Nuestra privacidad está tras esas pocas letras.